Se realizaron las Jornadas Vacuna y Vacunación

20 de Marzo, 2023

Los discursos anti-científicos se encuentran más vigentes que nunca y, poco a poco, las pseudo verdades van ganando terreno en la percepción pública. A diferencia de lo que ocurría durante el siglo pasado, cuando la crítica a la ciencia provenía de sectores ajenos a la misma, a partir de mediados de la década del 2010 se observa la promoción de estas teorías por parte de profesionales de la salud. Bajo este eje, se llevó a cabo las jornadas Vacuna y vacunación. Miradas históricas y sociales sobre la construcción de la confianza. El evento fue organizado por el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y se llevó a cabo en su sede de la calle Araoz, en Palermo. En él participaron, de manera presencial y a distancia a través de la plataforma Zoom, científicos de universidades nacionales argentinas –como la de Tres de Febrero, Quilmes, Lanús, San Martín, Buenos Aires, Cuyo, Mar del Plata, Córdoba, La Pampa y la Maimónides- e investigadores de instituciones de educación superior del extranjero -como la Universidad Finis Terrae de Chile, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Castilla-La Mancha de España o la Universidad Nacional de Educación a Distancia, también de España-. Además estuvieron especialistas del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y de la Fundación Bunge y Born.

“En estos encuentros lo que buscamos fue reflexionar y advertir de qué manera podemos hacer que la gente recupere la confianza en las vacunas, en el sistema científico y en el Estado como gestor de ellas. Durante la pandemia vimos claramente cómo se discutía acerca de la aplicación de las vacunas y de qué forma los discursos anti-ciencia iban ganando terreno en la opinión pública”, manifestó la presidenta del IDES, Jimena Caravaca. La especialista, que es además investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), afirmó que no solo basta con reconocer la presencia de estos discursos, sino que es necesario emprender acciones para que retrocedan. “No existe la construcción de conocimiento que se genere de manera aislada. Siempre es colectiva y se potencia en lo grupal. Por eso, requerimos de la presencia de investigadores de diferentes países para, entre todos, empezar a pensar cómo rebatir las teorías conspirativas que intentan desprestigiar al sistema científico”, agregó.

Durante el evento, que se llevó a cabo durante dos jornadas, los expertos recorrieron varios ejes: trayectos históricos sobre campañas de vacunación contra enfermedades ya erradicadas, los debates parlamentarios en torno a las vacunas, comparaciones sobre realidades en el acceso a la vacunación en las ciudades y en el campo, relaciones internacionales en la adquisición de dosis y, principalmente, la percepción social sobre la vacunación contra el Covid- 19 en la Argentina y en el resto del mundo.    

Acerca de la confianza

Nicolás Viotti y Lucía Ariza, del CONICET y de las universidades de San Martín y Buenos Aires, respectivamente, presentaron un trabajo que sirvió como ejemplo del eje central de las jornadas. Titulado “Desconfianzas en la ciencia frente al COVID 19. La construcción de la increencia”, recorrió la percepción de una veintena de personas que se manifestaron, en su mayoría, en contra de la vacunación contra el Covid 19. “Por desconfianza en el sistema científico y en el sistema médico, algunas de las personas que participaron de nuestro estudio reconocieron haber accedido a métodos alternativos para prevenir y hasta combatir la enfermedad”. Prácticas homeopáticas, Método Hansi (asociación de sustancias minerales y vegetales que se combinan en reemplazo de medicamentos) y, particularmente, la propagación de teorías conspirativas a través de redes sociales son algunos de los ejemplos que dieron los científicos para graficar cuál fue la apreciación de sus entrevistados. 

En este sentido, un punto destacable en este trabajo y que se replicó también en la investigación presentada por Pablo Kreimer y Juan Pablo Zabala, de la Universidad Maimónides y de la Universidad de Lanús, respectivamente, fue que no solamente personas sin formación académica o médica fueron abanderados de las teorías que desprestigian a la ciencia. “No todos los que se oponen son personas sin formación. Obtuvimos respuestas anti-ciencia por parte de médicos que se desempeñaban en prestigiosas instituciones y que, ante esta situación, quedaron relegados a un lugar marginal, fuera del sistema científico”, explicó Kreimer. En este trabajo, que se tituló “La construcción de la desconfianza: conocimientos, valoraciones y actitudes de profesionales de la salud opuestos a las vacunas contra el Covid 19”, Kreimer y Zabala dieron cuenta de cuatro categorías de críticas: la radical conspirativa, que afirma que la pandemia fue una conspiración para controlar y someter a la humanidad; la radical con base científico-técnica, que promueve una crítica a la vacuna porque supuestamente contiene metales, grafeno y aluminio; la científico-política, que duda de los efectos a largo plazo que pueden ocasionar las vacunas y mide el costo-beneficio de aplicarse las inyecciones; y la crítica al modelo hegemónico de la medicina, una teoría que defiende el uso de sustancias alternativas y que considera que las personas se enferman más por miedo que por la enfermedad en sí.

Para finalizar, Sergio Visacovsky, docente de la UNTREF e investigador del IDES y el CONICET,   concluyó: “Comprender el desarrollo histórico de los procesos de vacunación y la reacción social ante vacunas obligatorias y no obligatorias nos permite advertir de qué manera el sistema científico puede contribuir a generar confianza. La idea no es la de convencer por convencer, sino la de pensar junto con la sociedad qué es lo más adecuado para nuestra salud y nuestro bienestar”.    

 

Fuente: Prensa UNTREF